El periodismo de datos ofrece una vía para salir de la creciente ola de rumores que reina en Venezuela. Al contribuir con la posibilidad de ofrecer historias sustentadas en datos documentados y verificados, se realiza un aporte para tener menos trabajos periodísticos centrados en rumores y opiniones, producto de la polarización reinante en el contexto político actual del país.
Esta disciplina no es algo totalmente nuevo en Venezuela. Aunque bajo ese nombre ha cobrado mayor popularidad y se han realizado trabajos periodísticos que involucran un gran volumen de datos, ya en los años 90, se desarrollaban trabajos periodísticos en el país que involucraban el uso y creación de bases de datos, cuando entonces se hablaba de periodismo de precisión.
Limitaciones y posibilidades en el acceso
En términos de desarrollo del periodismo de datos en Venezuela y la exploración de sus posibilidades, aún queda un largo camino por recorrer. Hay casos concretos de visualizaciones realizadas por departamentos de diagramación e infografías en los medios de comunicación, así como de investigaciones periodísticas en las que el trabajo con datos ha tenido un gran valor. Falta desarrollar más la integración de los equipos para multiplicar las posibilidades y que, por ejemplo, las visualizaciones no sean sólo el resultado de historias, sino que sirvan para ayudar con el análisis de datos durante la reportería.
La evolución de esta práctica podría estar acompañada por espacios digitales que han surgido a partir de la crisis de los medios y el cambio de propiedad de los mismos. Lo que, por sí mismo, representa retos dentro de la realidad actual.
Cuando se hablaba de periodismo de precisión
En los años 90 hubo una buena oleada de trabajos periodísticos que involucraron el uso de bases de datos. El periodista venezolano, Carlos Subero, se convirtió entonces en uno de los pioneros del periodismo de precisión en la región1.
Sus trabajos desarrollados entonces en la sección Expediente del diario El Universal abarcaron la cobertura de temas electorales con data proveniente del Consejo Nacional Electoral. Contó, por ejemplo, historias vinculadas con el financiamiento de campañas electorales. También junto a otros colegas del diario fueron pioneros en la región en la realización de censos parlamentarios. Buena parte de estos trabajos fueron realizados con el uso de programas como Excel y SPSS.
Algunas de las historias entonces publicadas revelaron que la campaña electoral de 20 gobernadores costó Bs. 850 millones en 1995 y cuáles fueron los 10 mecenas más importantes de un gobernador, entre otros.
En la actualidad, buena parte la data que le permitió desarrollar estas historias ya no se encuentra disponible para los periodistas. Subero ha realizado en los últimos años varias solicitudes de acceso a la información para conocer el origen de los fondos de las campañas electorales en los procesos electorales que se han realizado, sin obtener una respuesta favorable que le permita dar continuidad a este tipo de historias.
Nuevas experiencias
Las experiencias venezolanas en periodismo de datos se dividen en trabajos que han abarcado visualizaciones y reportajes de investigación periodística. Aunque aún quedan posibilidades por explorar y mucho por desarrollar, hay trabajos que muestran cómo ha sido la aproximación venezolana a este campo.
Uso de redes sociales
Tweetómetro: para las elecciones presidenciales de octubre de 2012 en las que se enfrentaron Hugo Chávez y Henrique Capriles Radonski, el diario El Nacional bajo el liderazgo de Javier Pereira, creó un espacio que denominó el Tweetómetro, donde se hizo seguimiento a las tendencias e impacto de los candidatos a través de Twitter. A través de esta plataforma se reportaron tendencias virtuales asociadas con la campaña electoral presidencial en Venezuela. El trabajo fue finalista en la edición del año 2013 de los Data Journalism Awards.
La plataforma fue acompañada por una serie de reportajes e historias que el diario realizó durante la cobertura de la campaña electoral. Para ello, en la Unidad de Investigación, los periodistas David González y Cristina González generaron una tabla de datos que sirvió de insumo para los reporteros del periódico y que permitió hacer seguimiento a los lugares en los que los candidatos fueron haciendo campaña con cifras específicas. Mostraron con data independiente que el candidato Capriles buscaba los votos en comunidades en las que Chávez tenía el control, viajó a distintas ciudades y prefería el contacto con la gente; mientras que el entonces presidente Chávez transmitió más mensajes desde Caracas e iba en vehículo a las actividades en las que tuvo contacto con el público.
Visualización de datos
El audio que sacudió la pantalla: en 2013 el diputado opositor, Ismael García, difundió un audio de Mario Silva, quien fue conductor del programa La Hojilla transmitido en el canal del Estado Venezolana de Televisión. El audio revelaba conexiones entre funcionarios del Gobierno analizadas por el personaje defensor del mismo. Últimas Noticias sacó una infografía interactiva realizada por Nathalie Naranjo y Claudia Hernández, en la que era posible hacer seguimiento y entender las informaciones dispersas dentro del audio.
En el mismo diario, el equipo de infografía junto a una reportera de la unidad de investigación (Claudia Hernández, Airam Fernández y Cristhian Rodríguez) realizó un trabajo en 2013 que muestra la cantidad de veces que en 14 años el Gobierno había hablado de magnicidio presidencial. El trabajo estuvo acompañado con una infografía interactiva y una tabla de datos7, que muestra los detalles de los episodios.
Reportajes
Leche importada por el Gobierno se va de contrabando a Colombia: el trabajo de la periodista Lisseth Boon, publicado en 2012, logró demostrar la triangulación de la leche importada desde Nueva Zelanda a Venezuela. Mediante el uso de bases de datos en Venezuela y Nueva Zelanda logró comprobar la diferencia reportada por el Instituto Nacional de Estadística, las bases de datos de movimientos portuarios de Puerto Cabello, Importgenius y Statistics New Zealand. Eso sumado a la reportería realizada en Venezuela y Colombia, logró poner en evidencia la situación de contrabando.
El trabajo obtuvo el segundo lugar del IV Concurso Nacional de Reportajes de Investigación Periodística, organizado por el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela).
En el mundo de los nombres y apellidos: el trabajo del periodista Carlos Subero publicado en Notiminuto, hizo uso del Registro Electoral Venezolano de 2013, para mostrar cuáles son los nombres y apellidos más comunes en Venezuela.
“Entre los 19 millones de electores incluidos en el RE, unos 530 mil llevan el González como primer apellido. Hay tantos González en toda Venezuela como para igualar a la cantidad de pobladores del Estado Nueva Esparta. En el Registro Electoral Permanente (REP) del año 2000 se contaron 312 mil González. La población de los González en el registro ascendió en 70% durante ese lapso de 13 años mientras que la cantidad total de electores del RE fue de solo 61%. Esto implica que cada vez es más probable que el día de la votación cualquiera se tope con una persona que se apellide así”, cuenta el reportaje, que estuvo acompañado con una serie de tablas y gráficos que muestran los hallazgos obtenidos.
Alianzas
Acuerdo crudo por derivados entre Ecuador y Venezuela benefició a los intermediarios: una alianza entre Venezuela y Ecuador permitió demostrar que el acuerdo de crudo por derivados entre ambas naciones no logró su objetivo: evitar a las empresas intermediarias de encarecer costos. La investigación, publicada en 2012, demostró que PDVSA contrató a ocho empresas intermediarias para poder entregar los derivados a Petroecuador y asumió en ocasiones el costo del flete. Llegó a traer barcos desde Arabia Saudita para poder cumplir con el acuerdo.
Entre el 2008 y 2011, 26% del volumen de los derivados entregados por PDVSA a Petroecuador se compraron a los intermediarios, un negocio que ascendió a $ 953 millones, de un total de $ 4.293 millones. Entre el 2009 y 2011, Glencore y Trafigura se llevaron el 79% de ese pastel.
El trabajo que contó con la participación de Armando.info y El Universal de Venezuela, El Universo de Ecuador y Reuters, se hizo a partir de la creación de una tabla de datos en la que se vació la información de las facturas de PDVSA, así como los registros portuarios y certificados de origen de los productos que llegaron a Ecuador.
Daka se comió el manjar de Cadivi: después del anuncio gubernamental que denunciaba el sobreprecio en la venta de electrodomésticos importados con dólares obtenidos a tasa oficial a Bs. 6,30 otorgados por la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y la fiscalización y orden de reducción de precios; el periodista César Batiz revisó la asignación de divisas Cadivi, correspondiente al año 2012. La data se encontraba en un PDF de 153 páginas, que indicaba el total de divisas aprobadas por el organismo a empresas entre 2004 y 2012. Para trabajar con la misma en formato Excel, el periodista estableció una alianza con la profesora María Esther Vidal de la Universidad Simón Bolívar.
Una vez con los datos en un formato manejable, el periodista pudo revisarlos y comprobar que la empresa Tiendas Daka, una de las intervenidas por el Gobierno por sobreprecio, había sido la tienda de electrodomésticos que mayor número de dólares a tasa oficial había recibido. También mostró cómo había sido la asignación de dólares a otras empresas. El trabajo estuvo acompañado por una infografía que mostró los hallazgos.
Offshore Venezuela
: como parte del proyecto Offshore Leaks del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), Armando.info hizo seguimiento a las historias de venezolanos con empresas en paraísos fiscales, publicadas en 2013. La investigación tuvo como punto de partida una filtración realizada al reportero australiano, Gerard Ryle, actualmente director de ICIJ; que contenía 2,5 millones de documentos de 10 paraísos fiscales en diferentes formatos. Abarcaban archivos de texto, PDF, bases de datos, imágenes y archivos web.
Para revisar los documentos, ICIJ trabajó junto a 86 periodistas en 46 países en una primera etapa, e involucró al final a más de 115 periodistas en casi 60 países. En el caso de Venezuela, se identificaron al menos 192 personas y 114 empresas que figuraban como depositantes o representantes de empresas en las Islas Vírgenes Británicas. A partir de estos datos, se procedió a verificar documentos y revisar los nombres para constatar que se trataba de venezolanos. Se utilizaron diferentes recursos digitales como: un software que permitía hacer búsquedas en los 2.5 millones de documentos en apenas unos segundos, bases de datos, así como registros públicos en general.
Los datos filtrados por sí solos no contaban historias, eran sólo una lista de nombres y empresas. Fue necesario encontrar las historias e investigar los casos seleccionados. La reportería abarcó tanto técnicas clásicas como novedosas, relacionadas con el periodismo de datos, a través de la consulta de documentos, registros públicos y archivos, así como la colaboración de periodistas en al menos cinco países.
Formación
Las experiencias en formación en periodismo de datos han estado de la mano de organizaciones independientes, que promueven buenas prácticas periodísticas como el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela). A través de talleres con periodistas nacionales e internacionales como facilitadores, la organización ha capacitado a periodistas en este campo.
Por un lado, la formación ha abarcado aspectos como el manejo de herramientas y programas, que ayudan a potenciar las distintas etapas del proceso de trabajo con datos: Excel, Tabula, Google Drive, Google Fusion Tables, Tableau, entre otros. Sin embargo, más allá de mostrar programas y su uso, la capacitación ha tenido un componente principal sobre la lógica detrás del periodismo de datos: cómo obtener los datos, cómo pueden ser útiles para encontrar historias, cómo combinarlos con el trabajo de reporteo, retos que se plantean, así como las posibilidades del trabajo en alianza con otras disciplinas, principalmente con los programadores.
Un proyecto interesante que emergió de los talleres fue Cadivi Abierta. Muchos periodistas estaban interesados en tener acceso y manejar mejor los datos de la asignación de divisas por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi). Como el conjunto de datos se encontraban en un PDF se hizo la conversión a Excel con Tabula, luego se hizo la limpieza de datos y se colocó a disposición en una plataforma en línea, bajo el nombre Cadivi Abierta, que facilita el manejo de los datos y que combina esta información con la del Registro Nacional de Contratistas y del Tribunal Supremo de Justicia. Como resultado, es posible saber si una empresa recibió dólares a tasa oficial en 2012, si la misma ha tenido contratos con el Estado y si hay sentencias en tribunales venezolanos en alguna causa en la que esté involucrada.
Además, quedó un registro en línea sobre cómo fue el proceso de elaboración de esta plataforma.
Pensar en historias
Más allá de las limitaciones en el acceso a la información pública, es interesante explorar su potencialidad. En la medida en que el periodismo de datos en Venezuela se desarrolle pensando en las posibilidades de acceder a datos a nivel local y a nivel internacional y combinar esta búsqueda con la creación de bases de datos propias, este campo puede ser un aliado para producir historias de interés público y una herramienta poderosa para el periodismo de investigación. Trascender las fronteras puede contribuir a multiplicar las posibilidades de encontrar hallazgos de interés.
Es importante tener en cuenta el proceso de verificación y el reporteo asociado con el trabajo del periodismo de datos. En la medida en que se piense qué historias pueden contar los datos, cuál es su contexto y su valor, se puede superar el enamoramiento causado por los datos y explorar más a fondo su potencialidad. Será posible ver el todo y las particularidades: el bosque, su universo, sus dimensiones; pero también las historias particulares, los árboles que llaman la atención dentro del bosque, del todo.
Pensar más allá de la visualización y considerar cómo el periodismo de datos permite potenciar distintas fases del trabajo periodístico resulta de gran valor: como generador de ideas, herramienta para la recolección de datos, facilitador para el análisis y comprensión de las historias y recurso para contarlas.
Ante el entusiasmo que existe frente al periodismo de datos, hay que tener claro que éste complementa otras formas de periodismo y técnicas desarrolladas como parte del reporteo tradicional. No se trata de abandonar una cosa por otra, sino de sumar recursos y herramientas que fortalezcan el trabajo periodístico.
En el proceso de recolección de información para esta nota fueron consultados los periodistas Carlos Subero, César Batiz, David González, Cristina González y Joseph Poliszuk sobre sus experiencias en el tema del periodismo de datos en Venezuela.